martes, 26 de julio de 2011

El cheque cancelatorio


El cheque cancelatorio fue una de las respuestas del Banco Central al problema de las salideras bancarias, que hacia fines del año pasado arreciaron en el sistema financiero.
La idea, a grandes rasgos, es que en lugar de transportar el dinero de una operación y asumir el riesgo de ser asaltado, el cliente bancario puede solicitar un cheque especial por el monto deseado en el banco en el cual tiene su firma registrada y luego entregarlo a su contraparte. Los cheques cancelatorios son gratuitos y pueden ser librados en pesos o en dólares, aunque en este último caso sólo pueden utilizarse en operaciones de compraventa de inmuebles.
"El banco librará el cheque cancelatorio por el monto solicitado, dentro de un rango de $ 5000 a $ 400.000 o de US$ 2500 a US$ 100.000", explica el Banco Central en su portal del Cliente Bancario (www.clientebancario.gov.ar). "En caso de que el cliente necesite pagar un monto superior, podrá pedirle a la entidad que libre más de un cheque hasta cubrir el total", agrega.
Las personas físicas pueden obtener un cheque cancelatorio en pesos, mediante un débito en su cuenta, mientras que si el instrumento es en dólares, pueden hacerlo tanto a través de un débito como entregando dólares en efectivo.
Cuando una persona física adquiere un cheque cancelatorio con efectivo o débito desde una caja de ahorro no debe pagar el impuesto al cheque. Pero sí cuando el débito proviene de una cuenta corriente. De igual manera, aclaran en el BCRA, cuando una persona física cobra un cheque cancelatorio en ventanilla tampoco se encuentra gravado, ni si una vez obtenido el efectivo por este medio se lo deposita en una caja de ahorro. Pero cuando una persona física deposita directamente un cheque cancelatorio en cualquier tipo de cuenta, sí le corresponde pagar el impuesto al cheque.
El cheque cancelatorio, sin embargo, es instrumento poco popular hasta ahora. "Si bien para su lanzamiento hubo varias operaciones a través de este instrumento, posteriormente el volumen se redujo", reconocen fuentes de Banco Itaú, que si bien aseguran que "no existen dificultades significativas" desde el punto de vista del producto, "es un nuevo instrumento con el cual aún no están del todo familiarizados, y si a eso sumamos que frecuentemente se utilizan para operaciones de volúmenes considerables, en esos casos prefieren continuar utilizando las formas de pago con las que operaban habitualmente".
Desde su puesta en funcionamiento en noviembre de 2010 y hasta julio, fueron emitidos apenas 4390 cheques cancelatorios, según datos del BCRA. De ellos, 1789 fueron librados en pesos, por $ 118,1 millones y otros 2601 fueron en dólares, por US$ 140,0 millones.
El gran problema para el uso del instrumento, reconoce Jorge Toselli, dueño de JT Inmobiliaria, es que el cheque sirve solo para aquellas operaciones inmobiliarias que se hagan con dinero declarado. "La gente no lo quiere [al cheque] porque queda pegado en el banco y expuesto ante la AFIP", dice Toselli. "Arriba de US$ 70.000, hay que explicar de dónde proviene el dinero. Si no tuviéramos que informar nada y justificar, el cheque sí funcionaría, pero así no", opinó.
IMPUESTO Exento
La persona que recibe el cheque cancelatorio lo cobra en ventanilla y acto seguido deposita el efectivo en su caja de ahorro, no paga el impuesto al cheque.
Gravado
Si se deposita directo en cualquier tipo de cuenta, sí está gravado.

Fuente: iprofesional

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